En el mundo BIM, cuando hablamos de 4D nos referimos a Planificación y Control de obra, ya que al enlazar un cronograma con un modelo 3D se puede ver una animación de cómo se piensa construir. Este blog se va a dividir en 2, con dos enfoques al momento de realizar un buen 4D:
Desde mi perspectiva como ingeniero en planificación, y la importancia de un cronograma sano y bien estructurado.
Desde la perspectiva de Luis Diego Gómez, BIM Manager y la importancia de tener claro los objetivos al momento de crear un modelo 3D.
Un cronograma está conformado por una seria de actividades que están entrelazadas entre sí. Hay 4 tipos principales de conexiones:
Inicio – Inicio: dos actividades empiezan al mismo tiempo.
Fin – Fin: dos actividades terminan al mismo tiempo
Inicio – Fin: una actividad comienza inmediatamente después que una termina.
Fin – Inicio: una actividad termina cuando otra inicia (esta relación nunca le he encontrado sentido, ni la he podido explicar bien).
En mi carrera como ingeniero en planificación me he topado con diferentes profesionales que ven este tema y los cronogramas desde su propia óptica. Por ejemplo, un jefe que tuve era muy estricto con respecto a la estructura del cronograma y el tipo de relaciones (entre actividades) que era lo ideal usar. Para él, lograr que en la mayoría de los casos se tuviera una relación inicio-fin era lo óptimo, ya que decía que era una forma más ordenada y que se facilitaba encontrar un error en el momento que el cronograma no corriera como se debía.
Otro jefe, o director con el que trabajé, le gustaba hilar muy fino en el cronograma y de poder tener control total de cada cosa que pasaba en la construcción, pero era muy agotador lograr este control y quitaba mucho tiempo la “carpintería” para llegar a este detalle, y a veces no daba tiempo para interpretar y realizar ajustes precisos cuando la obra sufría algún atraso. Él también estaba de acuerdo en que trabajar lo mayor posible con relaciones inicio-fin era lo más adecuado.
Por otro lado, he estado en proyectos de más de 20.000m2 con cronogramas que no llegan a 50 actividades en total, y claramente poder llevar el control se vuelve un poco difícil y detectar por donde viene el atraso de la obra resulta casi imposible.
Yo lo que creo y el criterio que me ha servido durante este tiempo, es que el cronograma es un documento que cambia en el tiempo y tiene que evolucionar. Me gusta empezar con un cronograma general, que tenga suficientes actividades para determinar una duración de proyecto precisa, pero sin entrar en mucho detalle. El cronograma se empieza a detallar una vez que se empieza a ejecutar en sitio para poder definir las necesidades y detectar si alguna de esas actividades “hijas” están generando algún atraso en la obra.
Ejemplo:
Etapa de Pre-Construcción:
Obra Gris
Excavaciones
Placa Corrida
Placas Aisladas
Muros
Paredes
Etapa Constructiva:
Obra Gris
Excavaciones
Eje 1
Eje 2
Eje 3
Eje 4
Placa Corrida
Eje 1
Eje 4
Placas Aisladas
Eje 2
Eje 3
Muros
Armadura
Formaleta
Colado
Paredes de Mampostería
Colocación de Blocks
Columnas y Vigas
Armadura
Formaleta
Colado
Como pueden ver, se detalla el cronograma una vez empezada la obra y con antelación suficiente para poder ir “cargando” el cronograma de una forma clara.
¿Cómo puede ayudar un 4D a un cronograma? Poder generar un 4D es la mejor revisión que uno puede tener a un cronograma, ya que, al asignarle un elemento a una tarea, si una tarea no está bien relacionada, se puede ver en una forma gráfica. Por ejemplo, si por alguna razón se puso que una viga va a estar antes que las columnas, visualmente en el 4D, se va a ver un elemento que está en el aire y por ende hay que cambiar la secuencia para que vaya después que estén las columnas instaladas. Este tipo de error puede generar un impacto en tiempo, mano de obra o maquinaria, que al final se resume en dinero.
¿Qué detalle necesito en mi cronograma para la claridad en un 4D? La respuesta es muy similar a la evolución del cronograma en la parte de pre-construcción y construcción. Se puede realizar un 4D general para ver si la “ruta” constructiva me sirve o tiene sentido, y en esa etapa decidir si se comienza por “A” o por “B”, con una secuencia “C” o una secuencia “D”. Ya cuando se empieza la construcción, lo que se recomienda detallar es la “Ruta Crítica” del proyecto o bien, todas las actividades que están entrelazadas para llegar al final del proyecto y que cualquier atraso me va a afectar mi tiempo de entrega.
En lo personal, a mi me gusta detallar todo lo que tenga que ver con cimentaciones y obra estructural, ya que, al ser al principio de las labores, cualquier tiempo que uno gane, le va a ayudar a tener mayor holgura para el resto de las obras.
Hay un término que me gusta mucho y es “Cronograma Sano” o “Healthy Program” y se refiere a un cronograma que cumple con estos 3 elementos básicos:
Están claras las actividades madres
Sus relaciones principalmente son inicio-fin
No tiene actividades sin relación (ósea que todas las actividades tienen un predecesor y un sucesor)
Esto es crucial para generar un 4D que tenga sentido y que me pueda ayudar en la etapa constructiva.
Para terminar, es importante recalcar que la principal intención de un 4D es planificar y controlar por lo que, si el cronograma no está bien hecho, esta información por ende nos va a llevar a cometer errores. Uno puede tener un modelo 3D básico, e inclusive conceptual, que, si el cronograma tiene sentido, se puede ver claramente cuál es la ruta que hay que tomar en el proyecto.
Mi principal lección y que he visto de la gente exitosa en estas y otras ramas, es mantener las cosas lo más sencillas posibles, ya que son prácticas y más probables de identificar las fallas. Si hablamos de cronogramas:
Definir las labores principales
Crear relaciones inicio – fin (en la medida de lo posible)
No entrar en un detalle exhaustivo que le quite tiempo para analizar lo que está pasando.
Hacer un cronograma, es como contar un cuento, donde todas las cosas tienen que ir calzando entre sí, y su final, tiene que hacer que todo lo que venga atrás tenga sentido.